Un turismo alternativo para adultos mayores – Parte I

Un turismo alternativo para adultos mayores – Parte I

¿Eres adulto mayor y sientes que tu experiencia turística es la misma, pero en destinos diferentes?

adultos mayores en carretera austral

Parte I: El programa turístico tradicional para adultos mayores

Cuando las diferentes empresas de turismo lanzan sus ofertas de larga estadía para el público senior, en el 99.99999% de los casos, aplican la misma fórmula comercial que históricamente ha sido exitosa: Una gira de estudiopara secundaria.

Tal vez, este modelo sea el más adecuado cuando se trata de grupos numerosos de personas; o porque la mayoría está dispuesta a aceptar el formato turístico que le ofrezcan, con tal de viajar al precio más bajo y, al mismo tiempo, permita “conocer” otros lugares

Esto puede parecerte de una obviedad suprema y que trasciende a todas las actividades humanas: Alcanzar un objetivo al menor costo. Sin embargo, el asunto es que estamos frente a una relación “rígida” entre lo que buscan los clientes seniors y la oferta existente.

Dentro de este marco de referencia, la experiencia turística se puede resumir en 13 puntos:

1.- Informarse respecto al programa “Todo incluido”

2.- Juntar el número de turistas que permita mantener el precio

3.- Establecer el lugar y hora de partida

4.- Viajar al destino durante varias horas, con descansos de 20 minutos en promedio (para ir al baño)

5.- Instalarse en el lugar de alojamiento

6.- Ser tratado como “chiquilla/o”, cada vez que alguien del servicio desee dar instrucciones o “llamar al orden”

7.- Seguir un cronograma relativamente rígido y poco amigable con la “unidad de medida” del tiempo adulto mayor, tanto para disfrutar del destino, como para la alimentación (con excepción de la cena bailable)

8.- Lo anterior se traduce en una verdadera maratón de pasear, comer, fotografiar, comprar (recuerdos y productos “novedosos”), pagar por un servicio extra, y volver a pasear, comer, fotografiar, comprar (recuerdos y productos “novedosos”), pagar por un servicio extra, etc, etc, etc, ¡hasta el último día de la estadía!

10.- Volver todos cansados de “conocer tanto”

11.- Llegar a casa cargado con fotografías y anécdotas del viaje, para compartir con la familia; recuerdos y productos “novedosos” y ropa sucia.

12.- De todo ese cargamento, las fotografías se guardan y muchas se pierden entre las carpetas del compu; el mismo riesgo corren los suvenires y los productos que pronto pierden su “novedad”; y muchas de las anécdotas son olvidadas dependiendo de la valoración personal. 

13.- Es muy probable que lo que no cambiará con el tiempo, es tu convicción que “conociste mucho”.

Este “protocolo”, se repite una y otra vez en los distintos destinos, aunque hay que reconocer que también se presentan con pequeñas variaciones. 

Si lo que leíste te hizo sentido de alguna forma, te invito a dejar tus comentarios y a leer la segunda parte de este artículo: “Buscando una salida del protocolo”